No intento fotografiar lo que veo, sino lo que siento, e interpreto el éxito o fracaso de la toma según logro despertar o no en el observador una sensación semejante a la que experimenté al captar la imagen.

La imágenes que muestro distan de la realidad como las imágenes de un sueño distan de sus análogas de la vida real, creando un mundo de sensaciones incierto, mágico, diferente; mío. En ello radica mi verdadera libertad.

Ismael Sarrión Mora
Cuenca 1966